LACITOS
“HABIA UNA VEZ UNA NIÑA QUE ERA MUY PRESUMIDA Y LE JUSTABA MUCHO QUE LE PUSIERA SU TATA MUCHOS LACITOS EN LAS COLETAS POR ESO LOS NIÑOS DE LA ESCUELA LE LLAMABAN LACITOS UN DIA YA SE ABIA GASTADO EL DURO QUE SU PADRE LE DIO PARA COMPRARLE CARAMELOS A DONISIA2 Y SE ENCONTRO UN PIRATA QUE LE DIJO QE LE CAMBIABA TOFE S POR UN LACITO Y LA NIÑA LLAMADA LACITOS ACETO LA PROPONUESTRA Y SE QUEDO SIN SU LACITO Y COMIO MUCHOS TOFES QUE SE PUSO MUY MALINA DE LA BARRIGUINA y MAÑANA LA TATA LE HIZO UN LACITO NUEVO Y MANZANILLA LA NIÑA LLAMADA LACITOS YA NO VOLVIO NUNCA MAS A CAMBIARLE SUS LACITOS POR TOFES A LOS PIRATAS Y FIN.”
Nota de la autora
Comprenderán que a partir de los diez años, que yo ya escribía otro tipo de cuentos –menos biográficos- y, sobre todo, sin faltas de ortografía, no le hiciera mucha gracia que mis hermanos mayores, buscaran esa página cada Noche Vieja Y se rieran en mi cara. Y, quizá también comprendan el porqué le hice manzanilla a Fantasía cuando, el primer día que le puse lacitos, comprobé que había perdido uno…
¿Vds. qué hubieran hecho en mi lugar?
1. Pomarada: finca de manzanos. ( Asturias)
2. Donisia merece , ella sola, un relato: Vendedora de caramelos que se ponía a la puerta del cine Clarín. No había ni otro cine ni otra vendedora de “chuches”.
Comprenderán que a partir de los diez años, que yo ya escribía otro tipo de cuentos –menos biográficos- y, sobre todo, sin faltas de ortografía, no le hiciera mucha gracia que mis hermanos mayores, buscaran esa página cada Noche Vieja Y se rieran en mi cara. Y, quizá también comprendan el porqué le hice manzanilla a Fantasía cuando, el primer día que le puse lacitos, comprobé que había perdido uno…
¿Vds. qué hubieran hecho en mi lugar?
1. Pomarada: finca de manzanos. ( Asturias)
2. Donisia merece , ella sola, un relato: Vendedora de caramelos que se ponía a la puerta del cine Clarín. No había ni otro cine ni otra vendedora de “chuches”.
4 comentarios:
Y mi carne, de gallina, como siempre que te leo... Gracias Chave.
Qué linda eres!!!Gracias por pasar y comentar.
¡Qué tiempos aquellos...! Ahora que tenemos casi de todo, vamos quedando menos. Antes, con poquito, pero sin ausencias... ¡Qué cerquita estaba la felicidad...!
Me encanta la maestría con que nos trasladas a aquella época...
cuándo habrá entrada nueva, querida mía?
¡a escribir yaaaaaaaaa
besinossssssssssss
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