viernes, 27 de agosto de 2010

¿No les ha pasado a Vds?



Cada Navidad, subiámos mi muñeca y yo al desván y jugábamos con los juguetes de mis hermanos mayores; hasta que una Navidad nos encontramos la puerta del desván cerrada con un candado. Ese atardecer empecé a creer menos y hasta hoy.