Párrafo 1.-Como cada noche de lluvia de los últimos 45 años rodeaba con sumo cuidado algún charco del sendero que conducía al cementerio. Él creía que el pecio seguía allí hundido...
(Continuará)
Párrafo 2.A
Kilombè dijo...
Un día incluso se llevó las aletas, las gafas y el tubo para respirar, con la idea de meterse en el charco y tratar de encontrar la nave, pero al final, cuando había empezado a sumergirse, no se atrevió a continuar.
Parrafo 2-B
gasolinero dijo...
Tal pecio era un carro volcado una noche de lluvia. A él le gustaba llamarlo así, más marinero y alejado de esta tierra seca y baldía. Ese carro y su yunta de mulas, una noche de lluvia, maldita sea, volcó en un bache del sendero yendó a caer a un charco y nadié sabe como, sumergiéndose en el. Mulas, carro y lo que transportaba. Toda su vida y posesiones se iba de allí aquella noche de lluvia. Afortunadamente él pudo saltar.
Párrafo 2-C
anti000 dijo...
Pero desde entonces nada había vuelto a ser lo mismo. Sus ilusiones, sus anhelos, su vida... todo lo que le había sostenido hasta entonces pegado a la tierra se hundió en aquel maldito charco. Había tenido el mismo éxito en su vida que buscando su añorado pecio, ninguno. Pero esto iba a empezar a cambiar
Párrafo 2-D
Jose Luis Abad (JLAbad) dijo...
Entendió que todo era mucho más sencillo que rodear y observar. Tras una noche lluviosa se dirigió hacia el charco más grande y se zambulló dentro de él. Su cuerpo entró en aquella agua pantanosa hasta que lo cubrió por completo. Dicen que logró rescatar su añorado pecio, y que tras restaurarlo dejó para siempre su chaqueta gris. También dicen que ahora es un hombre feliz.
