domingo, 10 de octubre de 2010

No les ha pasado a Vds. que una noche huyan del isomnio y se refuegien en un "sitio seguro"...

LAS AVENTURAS DE PINÍN




Noche arriba noche abajo revolviendo recuerdos, llegué a uno de mis refugios preferidos: El desván de casa de mi madre.
Se llegaba por una escalera de caracol… ¿Quieren acompañarme?
Ante mí, la vieja puerta que consigo abrir con casi todos los chirridos de entonces.
Recorro de nuevo cada esquina: Nada más entrar, a la izquierda en el techo una vieja claraboya que, apenas si deja entrar la luz me vuelve a mostrar toda suerte de muebles antiguos, una gramola, varias cañas de pescar y una escopeta de caza. “A tientas”, ún poco más a la izquierda hay -quizá todavía sigan allí- varios baúles; uno de ellos, según decían, lo había traído mi abuelo de México cuando acabó la guerra, otros eran todavía más antiguos. Aquel que abre como mi cabás de escuela, guarda entre plásticos ropa vieja y… ¡ el traje de novia de mi madre ! . La parte izquierda del desván, termina en un espacio abuhardillado, casi libre de trastos: Fue mi paraíso. Ahí, -créanme-, todas las aventuras eran posibles.
Y todavía, en noches como ésta, pueden llegar a serlo…
Escuchen…
Aquella tarde, encaramada en una peligrosa banqueta de cerezo que sólo tenía tres patas, conseguí abrir una caja de juguetes que mis hermanos mayores guardaban de mí y quizás de los ratones. (Por ese orden). Y allí estaba él: Un magnífico álbum y unos montoncitos de cromos empaquetados con gomas de pollo. Nunca había hecho una colección de cromos y además ésta, narraba una emocionante historia: “Las Aventuras de Pinín”, (que de Pinón” ye” sobrín). ¡Inenarrable mi emoción ! Aquel mes cumplía 4 años, había aprendido a leer sola y pronto llegaban los Reyes, (… ), ¡En ese momento no podía sospechar las sensaciones fantásticas que iba a comenzar a vivir- a escondidas- pegando los cromos !.. (Hasta hoy, era un secreto).


No pude completar la colección: las chocolatinas en las que venían aquellos cromos ya no se vendían y en la contraportada tenía la solución, pero era –a todas luces-inalcanzable para mí: Para pedir los cromos que me faltaban y aún faltan, había que mandar dos sellos y 100 pesetas a una dirección “de muy lejos", por lo menos a ... Madrid o más lejos todavía.
La "trepidante" aventura de Pinín que iba pilotando una madreña, (1) empezaba así “ . “Y aquel viento endemoniado deja a aquel humilde pueblo entre la arena enterrado…”
En la contraportada, montañas de regalos ( dibujados), con las que “chocolate La Cibeles premiaba a sus amigos: Un televisor empotrado en un armario, una cocina a gas butano, una nevera, relojes , bicicletas y ¡hasta una “Mariquita Pérez”...(2)

(1)Madreña: Calzado de madera, típico de Asturias. Se pone encima de las zapatillas y se usa en el exterior.
(2) Mariquita Pérez: Muñeca española creada por Doña Leonor C. En S. Sebastián. Fue "la muñeca" de la España de los años 40-50-60. ( Costaba 140 pesetas en 1941)
Nota de la autora:
Ya es domingo por la mañana, día 10/10/2010. Fue muy emocionante revivirlo y compartirlo con vosotros. Pero…no se crean nada, cualquier parecido con la realidad…, ya saben

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Q bonito recordar la infancia, y q alegría compartirla. Me voy a echar un "pigazu", pero con una sonrisa en la cara. Un beso, chave!

Gelu

oscar dijo...

muy bonitos recuerdos... feliz domingp

Unknown dijo...

Yo a Pinín, no llegué a conocerlo... una pena, porque entiendo que con ese comienzo es lógico que la imaginación se desbordara. Un día de estos compartiré yo también parte de mi infancia con vosotros, o bueno quizás no, ;)

chavela dijo...

Gelu,oscar, kilombè...Gtacias por pasar y por vuestros comentarios. La experiencia de escribir sobre mí, fue difícil, sobre todo porque lo escribía para compartir ¡Puf!
Ánimo xra que Kilombè comparta con nosotros las "cosas de niños!, tan importantes...Yo, si no hubiera sido por el desván de mi madre, no hubiera descubierto ni a Pinín ni tántas otras cosas, que -no es una promesa-quizá otro día saque el suficiente valor xra contar. Quizá. :))

Mila Solà Marqués dijo...

Pues realidad, ficción o un poco de ambas, es un entrañable relato Chavela. Mi abuela también tenía un desván lleno de 'tesoros' que nos encargábamos de rescatar mis hermanas y yo cuando íbamos a visitarla todos los veranos. Aún guardo una Mariquita Pérez, una brújula, un arpa, algunos sombreros fantástico y varios tebeos de héroes que evocan el misterio y la fascinación de una feliz infancia. Un abrazo.

narbona dijo...

Tu secreto en aquel desván y las emociones que te provocaban de niña me recuerdan que hace un tiempo vengo dándole vueltas a mi deseo de narrar cosas relativas a mi infancia.

La trastienda, limbo que había que cruzar hasta la vivienda en el interior, llena de todo tipo de cachivaches y una enorme azotea, que también hacía de trastero, otorgaban unas posibilidades cuasi infinitas de creatividad a una imaginación desmesurada como era la mía cuando niño.

A ver si me animo.

Gracias por recordarme cosas de mi infancia.

damasoisidoro51 dijo...

Hola Chavela acabo de leer lo que me pedías que te diera mi opinión, decirte que me parece fantástico y maravilloso lo que has escrito, recordar las cosas de la infancia siempre nos traen a todos muy buenos recuerdos de los mejores años de nuestras vidas, en las que no teníamos tantas preocupaciones como de mayores y que todos juntabamos o coleccionabamos cromos, como recuerdo que yo también hacía de pequeño de jugadores de futbol y de otras series. Tu aventura en el desván está descrita estupendamente y espero impaciente si te atreves, que debes de hacerlo, que cuentes lo que dices callarte y todo lo que te enseñó ése desván que tan buenos recuerdos te traen. Gracias Chavela por compartir con todos nosotros unos recuerdos imborrables para todos de unas fechas que nunca olvidaremos. Millones de besinos para tí y para la preciosa Fantasía, te quiere muchísimo, tu amigo, Dámaso. Besinossssssss. Hasta siempre. Cuídate mucho. Dámaso.

chavela dijo...

Narbona, msm, solidario...¡qué bonito lo que comentáis!! Gracias de corazón. Como nunca leo lo que escribo ( y esto, menos...), me parece que no es que sea tan ..."así" mi relato, ¿no es posible que lo que sí es bonito sean vuestros recuerdos. Estoy esperando, yo tiré primero...:)) ¡Gracias otra vez!
Besinos

irukasturias dijo...

Mi niña, a mi también me gustaban la aventuras de Pinin! Y tu entrada me ha gustado mucho...los desvanes siempre son como una isla de tesoros...
Besinos!!

chavela dijo...

Gracias IruKAsturias...Ah!!!... los desvanes..., otro día , si puedo ( cuesta esto más ...personal), voy a por otra de mis peripecias! Gracias guapina!