VERDADES PRESCINDIBLES
Aquella tarde un abejaruco observaba complacido como sus hijos y los hijos de sus hijos repetían con precisión de relojería suiza el comportamiento que tantos y tantos años de aprendizaje genético les había llevado. Cuando una voz humana le distrajo, eran dos estudiantes de primero de Bilogía con su flamantes cuadernos de campo.
-Oye ¿ tú sabías que para grabar la mayoría de programas , el equipo de Rodríguez de la Fuente, “preparaba el escenario”?
-No fastidies, no .
El abejaruco aquella tarde lloró desconsolado.
Nota: Me confieso una gran admiradora de los programas de Rodríguez de la Fuente y –todavía ahora- cuando haciendo zapping escucho “aquella” banda sonora me quedo en ese canal hipnotizada, pero sigo pensando que hubiera preferido no conocer todos los detalles...
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